domingo, 15 de noviembre de 2015

PROYECTO EDUCATIVO Y R.R.I. DEL I.E.S GUARDO


He elegido el proyecto educativo y el Reglamento de Régimen Interno del instituto en el que yo estudié, tanto la enseñanza secundaria obligatoria como el bachillerato: I.E.S Claudio Prieto (ahora, por fusión con otro centro se llama I.E.S. Guardo).

El objetivo primordial de este centro, según relatan ellos mismos, es “dar a los alumnos una formación que asegure el pleno desarrollo de su personalidad, el ejercicio de una vida social útil así como la adquisición de los conocimientos necesarios para la obtención del título académico al que aspira”. En definitiva, una visión muy esperanzadora para que los chicos sean buenos ciudadanos, alumnos de estudios superiores y seguros de sí mismos. Basándose en algunos decretos y leyes, exigen respeto hacia todos los que forman parte de la comunidad educativa (al parecer, según la explicación del centro, se puede presuponer que el respeto no es necesario fuera del aula). Para ello, es obligatoria una convivencia cordial (no cooperativa, ni participativa, solo cordial) regida por unas normas acorde a legislación vigente, concretamente al Decreto 51/2007, de 17 de Mayo, por la Junta de Castilla y León, en el cuál se regulan los derechos y deberes de los alumnos, el compromiso por parte de las familias en el proceso educativo y se establecen las normas de convivencia y disciplina.


Desde el punto de vista académico,  parece un centro ejemplar, puesto que ofrece varios proyectos pedagógicos durante la E.S.O, además del currículo ordinario (proyecto bilingüe, proyecto British Council, diversificación curricular y programa de mejora del aprendizaje y el rendimiento). En el Bachillerato, se ofertan dos modalidades diferentes: por una parte, Ciencias y Tecnologías y, por otra, Humanidades y Ciencias Sociales. En cuanto a la enseñanza de formación profesional, consta de ciclos formativos de grado medio de diferentes modalidades y ciclos formativos de grado superior, como también imparte formación profesional básica. Quizá, lo más relevante es que cuenta con varios programas para evitar o remediar el fracaso escolar, como son: la preparación a la prueba de acceso al grado superior, el programa MARE para 1º y 2º de  E.S.O y el programa para el éxito educativo, en 4º de la educación secundaria obligatoria.

Según el R.R.I, la convivencia se fundamentará en cuatro principios fundamentales: el trabajo, el cumplimiento estricto de la norma vigente, el respeto y la tolerancia. Paradójicamente, se afirma que con el fin de conseguir inculcar estos principios se fomentará en el alumno el ejercicio de la libertada, en la medida y grado necesario para desarrollar su sentido de la responsabilidad. Sin embargo, desde mi punto de vista no puedes aceptar mucha libertad si uno de tus pilares fundamentales es el cumplimiento estricto de la norma vigente, sin que exista la posibilidad de debatir o cuestionar determinadas normas. En cuanto a los derechos del personal docente, se establece su derecho a la integridad personal y se le otorga una cierta libertad de decisión, siempre y cuando sea en beneficio del alumno y de su proceso de aprendizaje. No obstante, otro de los derechos del profesor es exigir puntualidad y asistencia a los alumnos, así como la justificación de las faltas al aula, algo que, desde mi punto de vista, coarta bastante la libertad y responsabilidad de la que se hablaba antes. De acuerdo con el propio centro, este cumplimiento de las normas no es un límite en la libertad del individuo sino que es una garantía de que los demás pueden ejercer su propia libertad para el mejor funcionamiento del centro. Quizá la mejor lanza a favor del docente es que también es su obligación la puntualidad y la asistencia al aula. También se establecen protocolos de actuación en caso de conductas inapropiadas en el centro.


Bajo mi perspectiva y en líneas generales, este centro no plantea un reglamento de régimen interno muy alentador, ya que muchas veces parece contrariarse. Además, confiere mucha importancia a corregir las conductas negativas que a fomentar los actos positivos. Considero que tiene un cierto talante punitivo, quizá necesario en edades tempranas pero no en un centro que imparte bachillerato e incluso formación profesional.

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