jueves, 19 de febrero de 2015

"Prácticismo"

Resulta curioso pensar cómo funciona la mente humana en cada conjunto de carne. Científicamente el material cerebral es el mismo para todos los seres humanos, entonces, ¿como explicamos la visión "práctica" de muchas personas y la visión pesimista de una minoría?Lo importante de esta distinción no es el resultado, pues es el mismo, sino los sufrimientos que te ahorras en el camino. Ambas visiones desembocan en un profundo dolor: si te decantas por la visión practica vivirás condenado a no sentir la belleza de emocionarte al ver una película o leer un libro; si, por otra parte, prefieres la visión "sentimentalista" sufrirás por creer que el más mínimo fracaso se transforma en un agujero negro, y luchar por no hundirte como un portaaviones en pleno océano. Digamos que  el mundo material, caracterizado por una visión práctica de la vida,  y el mundo sentimental siempre van en carreteras paralelas, opuestas y destrozadas. Si de todos modos la consecuencia es sufrir recibamos el sufrimiento con un paradójica sonrisa. Consideremos que ser fuerte es estar mentalmente agotado, espiritualmente muerto y físicamente sonriente, siempre. De este modo, el acto más valiente e imprudente que una persona puede cometer es reír sin ganas, únicamente para animar a quien lo necesite, ya que cuando esa persona no necesite tu ayuda no será capaz de intentar comprender tu aniquilado interior ni intentará sonsacarte cualquier esbozo de felicidad, sea en forma de lágrimas, emociones o sonrisas, dado que en ese momento primará ser prácticos y no empáticos. Cuando uno esta recuperado olvida fácilmente el malestar que sentía, quienes estuvieron ahí y quienes no, y nunca estarían. Por ello, brindemos por esas efímeras palabras que te erizan el vello y que te hacen sentir que algo vale algo cuando, en realidad, nada vale nada. Porque nuestros sentimientos, pensamientos, intuiciones,emociones, atracciones,etc, aquello que se supone que nos diferencia de otro seres vivos, duran apenas un pestañeo o el leve aleteo de una mariposa. Lo bueno siempre dura poco. Somos veletas a merced de nuestra razón o corazón,visión práctica o sensible respectivamente, como si de un huracán se tratase jugando con nosotros.