lunes, 17 de enero de 2011

El tapiz de la soledad

La soledad comienza...dice una canción. Minuto a minuto convierte un perfecto día en una aglomeración de deseos y pasiones pasajeras. Contemplas, sin poder evitarlo, como el día gris va devorando el último aliento cálido en tu gélida vida. Cada segundo se cristaliza, sin poder evitarlo, como una gota de agua en un copo de nieve sobre un cristal empañado, evitando que tu difusa y perdida mirada sea capaz de intuir el menor resquicio de alegría. Resulta un tópico, a estas alturas ya de la vida contemporánea, afirmar que la vida es injusta, dura...pero una afirmación no siempre conlleva una seguridad: ¿es tan sencillo admitir una afirmación tan simplista? Para mí no resulta fácil sopesar la idea de que el mundo esta regido por personas que matan, sin conciencia, y personas que han nacido para ser matadas, sin sufrir por ello. Creo que el concepto de inferioridad y superioridad es tan subjetivo como la hermosura, incluso ambos condicionados por la opinión publica. Siempre tienes razón: si te sientes inferior lo eres; si no, también. No obstante, es tan importante la opinión de los que nos rodean que una simple pose poética puede destruir toda nuestra coraza temporal. Lo que para alguien significa una broma mas en su juego de dureza, para otras personas puede denotar la mas completa ruina interior. Es muy triste admitir que tu quieres sin querer pero que a ti nadie te quiere queriendo, pero puestos a recurrir a tópicos: así es la vida...