martes, 12 de mayo de 2009

Vinculos afectivos

Es sorprendente la facilidad con la que los buenos recuerdos llegan a nuestra mente. El mero hecho de admirar una imagen por la ventana, despierta en ti una serie infinita de recuerdos interdependientes. En ocasiones, siento en mi pecho una espinita clavada por dejar, por obligacion no por gusto, uno de mis mejores regalos en la vida. Cada dia recuerdo cada uno de mis momentos a su lado. Como consecuencia, recuerdo en muchas situaciones a la persona que me hizo este regalo. Es inevitable hacer caso omiso, a este ciclo psicologico que refleja cada momento mas los miedos latentes: recordar el regalo, la persona que te lo hizo, el momento en que se lo enseñaste a tu familia,amigos...,los momentos que compartiste con tu regalo en las manos y en su compañia. Los momento malos que en su dia pasaste, la incertidumbre de no saber que iba a pasar quedaron olvidados en la vereda de tu corazon; pensar solo que quizas ,algun dia, tendrias que deshacerte de ese juguete resultaba, y sigue resultando, muy doloroso. Pero, al fin y al cabo, es lo que ocurre con todas las cosas en esta vida, son pasajeras; unas duran masy otras menos, sin embargo nada es eterno. Tambien, es cierto que no todas las cosas en esta vida tienen el mismo valor, aunque sin embargo todas acaban enterradas o sustituidas en el tiempo. Ademas, el dolor depende de la capacidad interna de cada individuo para asimilarlo, pero no es una conditio sine qua non. Las personas mas sentimentales, marcan esta añoranza por medio de canciones, letras, caras...tristes. Es mi caso, la alegria, a veces, me desborda el corazon, pero aun asi necesito verla crecer....